Las emociones son nuestro faro interno, si nos desconectamos de ellas y no miramos la luz del faro que nos orienta, navegamos sin rumbo y eso es bastante angustiante.
Puedes hacer un ejercicio diario de observación para empezar a entrenarte en tus sensaciones y emociones:
· Durante 5 minutos sentado/a con los ojos cerrados, dirige la mirada a tu interior y observa tus sensaciones corporales.
· Anota las sensaciones corporales y también la emoción que le acompaña.
· Observa poco a poco cómo ese territorio desconocido u hostil que es tu interior, se convierte en un lugar fecundo y agradable.
Seguro que te sentirás más alineado/a contigo y sentirás que lo que haces tiene un sentido y una dirección.