- Se aconseja decírselo cuanto antes y a ser posible el familiar más cercano
- Permitirle despedirse de la persona fallecida, acudir al funeral, entierro, (celebración religiosa o civil).
- No utilizar expresiones como “se ha ido de viaje”, ”está en el cielo”
- Dejar claro que el fallecido no volverá
- Permitir que el niño/a pase su propio proceso de duelo
- El dibujo y el juego le permiten expresar sus sentimientos
- Permitir el llanto y el enfado, no esconder el dolor
- Tratar de seguir con las rutinas diarias
- No permitir que el menor sustituya el rol del adulto.
El duelo es un proceso de readaptación que culmina con la aceptación de la pérdida, aprendiendo a vivir adaptándose a esa nueva realidad.
Si necesitas ayuda o asesoramiento, puedes ponerte en contacto con ALBIA Psicología y Acompañamiento Emocional. Te acompañamos en este camino.
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