¿Por qué cuando llegan a la adolescencia nos cuesta tanto comunicarnos con nuestros hijos?
Muchos de nosotros nos hacemos esta pregunta y comentamos: ”Parece que habláramos idiomas distintos”. El momento de la adolescencia, aun siendo diferente en cada hijo/a, es un momento de cambio necesario en ellos, que nos pilla a nosotros en otro momento de nuestro ciclo vital que también tenemos que entender y asumir.
¿En qué momento hemos perdido la capacidad de conectar con ellos?
Una de las respuestas tiene mucho que ver con el cambio que hay en ellos y la inmovilidad que hay en nosotros. Nosotros siempre vamos a ver a nuestros hijos/as, con ese instinto de protección que, hasta ahora nos ha funcionado porque ellos buscaban esa protección. Pero llega un momento, a partir de los 12-13 años que, ellos/as van cambiando y quieren empezar a probar y salir de esa zona de seguridad, pero nosotros no nos acostumbramos a que no necesiten nuestra protección.
Nosotros deberíamos ir evolucionando en paralelo a ellos, pero nos cuesta mucho y surge la frustración, la incomprensión, la riña…Provocando una lucha, por una parte, ellos intentando salir del nido y por otra, nosotros obligándoles a quedarse. Nuestras necesidades y las suyas son opuestas. Cuanto menos quieren contar ellos, más queremos saber nosotros. No entendemos que ellos requieren cada vez más autonomía y ya no somos tanto su refugio. En ese sentido, dar espacio no es una mala idea, siempre que no haya un aislamiento completo.
¿Crees que podemos hacer algo las madres y padres para acompañar a nuestros adolescentes, mejorar nuestra relación y comunicarnos mejor con ellos?
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